las cosas que pasan
LAS COSAS QUE PASAN
'Qué lindo es sentarse en la puerta de un bar, y ver a Buenos Aires pasar y pasar', cantaba hace medio siglo el enorme Jorge Schussheim.
Hoy domingo de paso en Buenos Aires, solo y haciendo tiempo para encontrarme con mujer amada,
A la mañana conocí Parque Chas, después de tantos años de venir a la ciudad y después de andar tantos lugares del país y del mundo. Alejandro Dolina cautivó la imaginación del adolescente que fui, mientras estudiaba geometría en la facu, con su nota en alguna revista Hum(o)r sobre aquella manzana misteriosa y con el peligro de un barrio del que muchos no lograban salir nunca.
A la siesta, paseando a la deriva, demorando entre bares sin prestar atención al camino, me siento y releo, actualizo y envío mi escrito de hace meses 'Chirusas de Barrio Norte'.
Y de golpe, y así como a Martín en el 'Sobre héroes y tumbas' de Sabato "sus pasos lo llevaron hacia El Bajo", doblo una esquina y veo un grupo de gente nutrido, tranquilo y ordenado que sin embargo se sale de la continuidad de las cuadras anteriores.
También se ven móviles de televisión.
"Qué hay acá, señora".
Me mira más como a un marciano en la Tierra que como a entrerriano en Buenos Aires, y mientras leo el cartel indicador que señala Juncal 1400, la compañera me responde "¿No sabe? La casa de Cristina", con una mirada que va de la indulgencia a un idiota a la suspicacia de estar ante una burla gorila.
Agradezco y saludo.
Alzo la vista al departamento del que venía escribiendo,
Recuerdo a Horacio, pero Ferrer:
"Las callecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, viste."
Y me pierdo de nuevo en la ciudad a la espera de Silvia.
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chirusas de barrio norte
http://sapitorossi.blogspot.com/2021/11/chirusas-de-barrio-norte.html
Jorge Schussheim
Horacio Ferrer
Dolina:
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