DE CARTÓN PIEDRA - fama y dinero para la diversión como desvío y engaño

DE CARTÓN PIEDRA

Las luces se han reflejado sobre ese manicomio del jet set y la farándula local, ese modesto Olimpo de cartón piedra que remeda al Parnaso de Hollywood.

Tener presente que no empezó esta semana, que lleva décadas recogiendo las peores pulsiones sociales y culturales, deglutiéndolas en sus jugos gástricos repugnantes, segregando y destilando un sentido común ofrecido como diversión. Diversión en el sentido de entretenimiento ligero, pero también y sobre todo en el de maniobra distractiva, que vela, desvía y engaña.

Fama y dinero se concentran en un detrás de la escena que ejerce el poder ofreciendo escena, fama y dinero a quien se somete a sus reglas.

Hay quienes pueden atravesar el Mar Rojo sin mojarse, claro, y hay quienes se zambullen con asco o con gusto en sus aguas procelosas.

Con menos agudeza que la mirada del lince, está el que se sorprende ahora de los gestos amargos de los actores cuando se apagan las luces y termina la función, de las arrugas que se muestran al diluirse el maquillaje, de las canas y las calvas bajo tinturas y pelucas.

"A buen fin no hay mal principio", titulaba el gran William una de sus obras menores, valorando más el resultado que la sagacidad.