QUIERO SENDEROS QUE SE ME BIFURQUEN RESPECTO DE CIERTOS ENANOS DE JARDÍN

DESDE EL JARDÍN

Chauncey Gardiner era un tipo amable y tranquilo
cuyas limitaciones parecían prudencia. Eso llevaba a una cofradía de oligarcas inescrupulosos a impulsarlo a la política y sostenerlo para manipularlo. Terminaba llegando demasiado lejos.

La novela (1971) y la posterior película (1979) parecían inverosímiles en aquellos años.

En esa última actuación suya en el cine, Peter Sellers encarnaba un Chauncey muy querible.

Al revés que en la conocida frase del "El XVIII Brumario...", hay cosas que se presentan la primera vez como comedia, y se abaten luego sobre nosotros como tragedia.

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