prédica y limpieza, conducta y ejemplo, pasado y futuro

Hay que predicar, predicar y predicar. Predicar con la palabra, con argumentos y con gestos. Y predicar, claro, con el ejemplo.
Hay que lavar esas cabezas ensuciadas por décadas con mentiras y con mensajes de odio, clasismo, frustración y resentimiento.
Hay que enseñar la historia lejana y reciente. Conocer cómo fueron las cosas no implica ignorar que lo pasado pasó. Hay que aprender de lo vivido para conquistar el futuro.
(Versículo VIII del Gran Libro de Autoayuda del Antiguo Egipto)
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