NO COMER EL GUISO ANTES DE CAZAR LA LIEBRE

Hay que trabajar mucho para ganar estas elecciones de segunda vuelta. No hemos triunfado todavía, el partido se está jugando y viene parejo. Verificamos que era un error caer en el derrotismo tras las elecciones PASO del 13 de agosto, elecciones en las que salimos terceros y vimos la magnitud tomada por la vieja corriente oligárquica procesista, corporizada ahora en el grotesco Milei y la negacionista Villarruel, así como el triunfo de la inclasificable Bullrich en su propia interna. El movimiento nacional se ha ido reagrupando y movilizando, pero no hay que descuidarse ni relajarse. La hipocresía y el cinismo de la vieja oligarquía representada ahora por Milei es tan grande como su poder y su afán de reducir bienestar popular, anular derechos ciudadanos y entregar al extranjero la soberanía nacional, empezando por Malvinas. Si en aquel momento debimos evitar y superar el desánimo para entrar en la segunda vuelta, debemos librarnos ahora de cometer el error contrario, el de ...